After Show (En la cueva húmeda) (Más, más, más)

Vuelven a indagar en la cueva de donde alguna vez salieron. Han estado ahí muchas veces, aunque en circunstancias diferentes, siempre con un mismo fin.
Porque siempre hay un destino, aunque no lo sepan ver, el mundo se quedo ciego de tanto egoísmo, eso no es nada nuevo.
Solo hay presión, la presión del amor en cada centímetro de musculo bajo su piel.
Gritos de silencio que solo expiran aire y vida, sobre todo mucha vida. La que se puede engendrar con el solo contacto visual, con cada palabra, con el vistazo hacia lo desconocido. A veces lo desconocido no da miedo.
Ya no quedan resquicios de almas pasadas, solo una capa nueva y bien tapada con el material más fuerte y flexible del mundo. La verdad del todo.
Las heridas que no cicatrizaron bien siguen ahí, pero cada día se cosen con nuevos hilos de oro y de plata.
Las heridas que lo hicieron, desaparecieron dentro de un agujero que no existe y que nunca más volverá existir.
Solo queda sentirse bien y ser más libre que ayer.
Los pobres no volverán a ser más pobres que los ricos. Tienen la fuerza. ¡LA FUERZA! La voluntad y la curiosidad del saber, del conocimiento, de la palabra de cada rincón que nunca han limpiado y que un día decidieron pulir y pintar de transparente.
No volverán a ser más débiles que ellos, no mientras huyan cada día un paso más de la ignorancia de dejarse llevar por el conformismo.
Ella nunca fue conformista, solo se quedo ciega durante unos leves segundos de su corta y desesperanzada vida.
Él es más fuerte que todos vosotros.
Y los ricos son ignorantes, creyentes de una mentira tan grande como la que está construida bajo los cimientos de este mundo. Creen que sus manos controlan un gobierno de títeres absurdos, de títeres de tela que no hacen más que consumirse con el fuego de la ira. La ira de las palabras que gritan los sabedores desde las aceras bajo sus casas.
Las pancartas están tatuadas en la piel, la rabia y el amor se dan la mano en cada par de ojos que todo lo observan.
Somos pertenecientes a la especie más letal que se haya visto nunca.
Somos los defensores de la belleza de lo inhumano.
Los defensores de lo grotesco,
Los defensores del color.
Los defensores de sentimientos.