viernes, septiembre 30, 2011

Tokio Blues

«Conoceré a alguien que me quiera con toda su alma los trescientos sesenta y cinco días del año». Estaba en quinto o sexto curso de primaria cuando lo decidí.
—¡Qué fuerte! —exclamé admirado—. ¿Y lo has conseguido?
—No es tan fácil como creía —reconoció Midori. Reflexionó un momento contemplando el humo—. Quizá sea por haber esperado tanto tiempo, pero ahora busco la perfección. Por eso es tan difícil.
—¿Un amor perfecto?
—¡No, hombre! No pido tanto. Lo que quiero es simple egoísmo. Un egoísmo perfecto. Por ejemplo: te digo que quiero un pastel de fresa, y entonces tú lo dejas todo y vas a comprármelo. Vuelves jadeando y me lo ofreces. «Toma, Midori. Tu pastel de fresa», me dices. Y te suelto: «¡Ya se me han quitado las ganas de comérmelo!». Y lo arrojo por la ventana. Eso es lo que yo quiero.
—No creo que eso sea el amor —le dije con semblante atónito.
—Sí tiene que ver. Pero tú no lo sabes —replicó Midori—. Para las chicas, a veces esto tiene una gran importancia.
—¿Arrojar pasteles de fresa por la ventana?
—Sí. Y yo quiero que mi novio me diga lo siguiente: «Ha sido culpa mía. Tendría que haber supuesto que se te quitarían las ganas de comer pastel de fresa. Soy un estúpido, un insensible. Iré a comprarte otra cosa para que me perdones. ¿Qué te apetece? ¿Mousse de chocolate? ¿Tarta de queso?».
—¿Y qué sucedería a continuación?
—Pues que yo a una persona que hiciera esto por mí la querría mucho.
—A mí me parece un desatino.
—Yo creo que el amor es eso. Pero nadie me comprende.

martes, septiembre 27, 2011

Deseo y necesidad.

Ven y quiéreme.
No me quieras, aléjate.
Solo deseo un corazón tranquilo
y una mente vacía.

Unos brazos suaves y un pecho caliente.
Escuchar algún latido y sentirme pura.


Solo deseo ser de alguien. Necesito ser del mundo.

Quizás...
Vagar desnuda por la calle...
Y permanecerlo ante tus ojos.

Que me abras en canal,
y veas lo hermoso que es mi cuerpo.

Que me escuches en silencio...
y entiendas lo que realmente entiendo.

Y que ya nunca necesite beber mas de tu esencia,
Y puedas marchar tranquilo.

Y puedas no volver jamás.