lunes, junio 15, 2009


Reabro entrada, con una canción para mi querida.
Aunque algo ñoña, no puedo evitar ponerla en estos momentos.

Es un tema de The Smiths, la canción se titula "There is a light that never goes out" y fue escrita en 1985, aunque editada en el 86.


There Is A Light That Never Goes Out
(Hay una luz que nunca se apaga)


Llévame contigo esta noche
Donde hay música, hay gente, que se siente jóven y viva.

Conduciendo en tu coche
no quiero volver nunca, nunca a casa
porque nunca he tenido una.

Llévame contigo esta noche,
quiero ver gente y quiero ver vida.

Conduciendo en tu coche
por favor no me lleves a casa,
porque no es mi casa, es su casa
y ya no soy bien recibido.

Y si un autobús de dos pisos se estrella contra nosotros,
el morir a tu lado
sería una manera tan bonita de morir.
Y si un camión de diez toneladas
nos mata a los dos,
morir a tu lado
bien, el privilegio y el placer será mío.

Llévame contigo esta noche
llévame donde sea
no me importa
no me importa
no me importa...
Y en el oscuro túnel pensé
Oh Dios, mi oportunidad ha llegado al final.
Pero entonces un miedo extraño me atenazó
y no pude preguntar.

Llévame contigo esta noche
llévame donde sea
no me importa
no me importa
no me importa...

Conduciendo en tu coche
no quiero volver nunca, nunca a casa
porque nunca he tenido una.

Y si un autobús de dos pisos se estrella contra nosotros,
el morir a tu lado
sería una manera tan bonita de morir.
Y si un camión de diez toneladas
nos mata a los dos,
morir a tu lado
bien, el privilegio y el placer será mío.

Hay una luz que nunca se apaga...


domingo, junio 14, 2009

No sé el por que de esto.

Son los ojos que se reflejan en el mar de cristal. La playa se cuece a fuego fuerte bajo el sol de verano, un verano que aun no ha llegado pero que ya se siente en la piel de los viajeros del asfalto.
Mi mar de cristal se rompió la tarde que decidiste marcharte. Desde entonces, es rojo sangre. De la sangre de mis venas que sale a borbotones estrellándose contra el suelo. Si no tengo mucho cuidado, podría resbalarme con mi propia sangre y desnucarme, ¿no?
Pero eso no va a ocurrir, a veces es una desgracia no morir.
Simplemente me dedico a escupir realidades sobre mis heridas para que se curen antes. La realidad purifica el alma del que ignora el mundo en el que vive.
A veces me canso de soñar y ser la incomprendida. A veces, me canso de soñar y que me de palos la vida. Por las noches soy yo misma la que dedica las horas a curarse las heridas...
Heridas que tardan como mínimo 100 días en cicatrizar y nunca cicatrizan, por que la vida siempre tiene una excusa nueva para darme un nuevo latigazo.
Nunca me gusto ser una mártir. Y mucho menos ser una mártir que le cuenta sus problemas a alguien que realmente no le interesan.
No quiero que nadie me mire con compasión. No quiero que me miren y susurren 'que lástima'. La gente realmente no se da cuenta de que no soy igual que ellos, ni se da cuenta de que en mi vida voy a serlo, di que quiero serlo y mucho menos pretendo serlo.
No quiero que me enseñen el maravilloso sabor que tiene un café. Ni un café solo, ni con leche, ni un capuchino, ni un bombón. Yo quiero seguir desayunando mis vasos de leche con chocolate en polvo, como cuando era una niña.
Ni quiero tener que salir un sábado por el echo de que sea sábado.
Ni quiero tener que hacer algo por el echo de que el resto del mundo lo haga en ese momento preciso.
Quiero respuestas lógicas a actos ilógicos y nadie me puede responder con coherencia. Entonces, quien es mas adulto, tu o yo?
Quiero encontrar la respuesta a esta falsa libertad. En este mundo nunca existirá la libertad mientras todos nosotros solo seamos un numero y un microchip.

Nadie se da cuenta de que yo solo quiero volver a mi mar de cristal. De que quiero limpiar toda esta sangre del suelo, de que quiero escupir realidad sobre mis heridas para que nadie tenga que llorar por mi.
Y a veces no te das cuenta de que la única maquinaria con la que funciona mi organismo se llama amor. Y yo quiero sentirme amada. Como cuando la luna se siente tan amada que se llena. Quiero sentirme como la luna, y ser envidiada por las estrellas.
Ser la protagonista de algo tuyo por una vez en mi vida.
La pasión ya no cabalga por mis venas, pues cada vez, los sentimientos me resultan tan apáticos y las relaciones personales tan hipócritas que yo ya no voy a luchar por cambiar el mundo.

Solo quiero mi mar de cristal y tus labios sobre mi cuello.