domingo, enero 11, 2009

Crecer, correr y tropezarse.




Si todo el desahogo de este mundo, fuera liberado de una sola tacada, todo lo que conocemos hoy por hoy acabaría autodestruyéndose.
La angustia que nos persigue a estas alturas de la vida es increíblemente cruel, y es muy triste que nadie mas a parte de ti mismo pueda comprenderte y consolarte.

A veces, consolarse a uno mismo, es lo mas cruel de todo.




Lo que mas rabia me da, es que tú seas lo único por lo que merece a pena vivir.





Volví a tropezar
y esta vez me maté.


1 comentario:

Leticia T. Blanco dijo...

La foto!!!
por dios me encanta :D